Antes de enumerar los objetos, es importante entender que nuestra vida en este 2019 será en lugares de clima cálido (o en la temporada de calor) con lo que facilitamos mucho la reducción de objetos necesarios.

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Otro punto importante es que el minimalismo no trata (o al menos en nuestra forma de entenderlo) de competir por quién vive con menos o quién es más frugal. Se trata de encontrar un equilibrio entre lo que necesitamos y lo que tenemos, y ese equilibrio puede ser diferente para cada uno de nosotros o variar según las circunstancias.

Una de las primeras ideas para tener un viaje “minimalista” consistió en elegir objetos que cumplan varias funciones y así tener cubiertos los días normales de simplemente caminar por la ciudad, los días de deporte y las noches de fiesta o los eventos un poco “elegantes”.

Y otra de las cosas que me preocupaba (Andrea) es controlar la necesidad de comprar que aparece de forma automática cuando tenemos una nueva actividad.

He conocido a muchos runners de pensamiento (esos que han ido a correr 3 días en su vida) que se comprar todo el kit (pulsómetro y zapatillas último modelo incluídos) y buscando ser coherente con mi crítica a esa forma de actuar, he tratado todo lo posible de no comprar nada. 

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Si he vivido 4 años con lo que tengo actualmente, ¿por qué necesito comprar algo?

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En dos casos:

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1. Hay cosas que ahora no me preocupan (la calidad del agua) pero que en algunos de nuestros destinos serán clave (India) 

2. Si algo de lo que tengo ya no cumple su función, es hora de tirarlo y adquirir uno nuevo.​​